¿Cuál es el tipo de este texto? ¿Por qué?
¿Cuál es el tipo de este texto? ( descriptivo; expositivo; científico; argumentativo; narrativo; literario; publicitario; instructivo; histórico; jurídico; digital; periodístico)
El precio de la felicidad
Woody Allen dijo cierta ocasión: “el dinero na da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un auténtico especialista para verificar la diferencia”. En efecto, a menudo se vincula el efecto de tener dinero con la felicidad, pero ¿hasta qué punto es el dinero causa de la felicidad?
A partir del barómetro de la felicidad realizado en 22 países, el dinero queda lejos de los primeros puestos como procurador de la felicidad. El aspecto que más aparece en esa posición son las relaciones personales, por delante de la posición de bienes materiales.
Si algo aparece como importante es sin duda la relación con el trabajo y la disposión de tiempo de ocio. En España, el índice global de satisfacción con el trabajo se sitúa a la cola de los europeos occidentales. La cuestión parece centrarse en las amplias jornadas que los españoles dedican a ganarse la vida.
Cada persona debería saber dónde se halla la ansiada llavecita de la felicidad, pero a menudo no está a nuestro alcance. Descartado el factor material, podemos asegurar que las personas que se consideran felices declaraan cultivar relaciones de afecto sólidas y de calidad, practicando el diálogo y la espontaneidad así como la comprensión y la intimidad, y al tiempo que perciben que su estado no es mero resultado de las circunstancias, sino que lo entienden como un proceso continuado de esfuerzo y responsabilidad, evidente para ellos sobre todo en la manera de afrontar los infortunios y las desgracias no como efecto de la mala suerte, sino más bien de sus proprias acciones y decisiones. Son personas abiertas a la hora de compartir sus emociones y expresar sus estados de ánimo, optimistas, aunque no por ello ingenuas. Hacen de la adversidad una oportunidad para el aprendizaje. Tienden a ver las situaciones difíciles de forma más positiva y se ven menos influidos por los resultados negativos, ya que afirman dar un sentido a aquello que les sucede, en coherencia con la dirección que queiran llevar en su vida. Ateniéndonos a las estadíticas, el nivel de ingresos condiciona el bienestar, pero está debílmente relacionado con la felicidad, que tiene que ver más con temas del corazón, de la realización a través del trabajo, de la salud y de dar sentido a la vida.
El precio de la felicidad
Woody Allen dijo cierta ocasión: “el dinero na da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un auténtico especialista para verificar la diferencia”. En efecto, a menudo se vincula el efecto de tener dinero con la felicidad, pero ¿hasta qué punto es el dinero causa de la felicidad?
A partir del barómetro de la felicidad realizado en 22 países, el dinero queda lejos de los primeros puestos como procurador de la felicidad. El aspecto que más aparece en esa posición son las relaciones personales, por delante de la posición de bienes materiales.
Si algo aparece como importante es sin duda la relación con el trabajo y la disposión de tiempo de ocio. En España, el índice global de satisfacción con el trabajo se sitúa a la cola de los europeos occidentales. La cuestión parece centrarse en las amplias jornadas que los españoles dedican a ganarse la vida.
Cada persona debería saber dónde se halla la ansiada llavecita de la felicidad, pero a menudo no está a nuestro alcance. Descartado el factor material, podemos asegurar que las personas que se consideran felices declaraan cultivar relaciones de afecto sólidas y de calidad, practicando el diálogo y la espontaneidad así como la comprensión y la intimidad, y al tiempo que perciben que su estado no es mero resultado de las circunstancias, sino que lo entienden como un proceso continuado de esfuerzo y responsabilidad, evidente para ellos sobre todo en la manera de afrontar los infortunios y las desgracias no como efecto de la mala suerte, sino más bien de sus proprias acciones y decisiones. Son personas abiertas a la hora de compartir sus emociones y expresar sus estados de ánimo, optimistas, aunque no por ello ingenuas. Hacen de la adversidad una oportunidad para el aprendizaje. Tienden a ver las situaciones difíciles de forma más positiva y se ven menos influidos por los resultados negativos, ya que afirman dar un sentido a aquello que les sucede, en coherencia con la dirección que queiran llevar en su vida. Ateniéndonos a las estadíticas, el nivel de ingresos condiciona el bienestar, pero está debílmente relacionado con la felicidad, que tiene que ver más con temas del corazón, de la realización a través del trabajo, de la salud y de dar sentido a la vida.
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